Desde hace varios años, en verdad décadas el tema ambiental me ha llamado enormemente la atención. Tema que ha cobrado gran valor, con el nacimiento de mi hijo; sí, como padres siempre deseamos, buscamos, planeamos y realizamos lo mejor en pro de nuestros hijos.
Recuerdo que cuando estaba en el colegio, los maestros de ciencias naturales nos recalcaban la importancia de cuidar nuestros recursos, en pro de nuestros hijos, que tierra heredarán, que planeta les vamos a dejar. Quizá muchos hicieron oídos sordos a tal realidad.
Pero los quince minutos antes del fin, los estamos rebasando a la velocidad de un hoyo negro. Pese a las múltiples alertas no tomamos consciencia y peor aún medidas para garantizar un futuro, no solo a nosotros sino a todos y cada uno de los seres con los que compartimos el planeta.
Fuimos los últimos en llegar y queremos ser los únicos en permanecer y ahí esta nuestro más grave error, la soberbia que el neocortex nos dio.
Me doy la palmadita en la espalda por realizar acciones, que en una milésima medida ayudan, como reciclar el agua de la lavadora, mantener una tasa en el lavaplatos y lavamanos, para reutilizar el agua de estas dos bellas fuentes, las cuales siempre abrimos con la certeza de obtener el preciado liquido y como nunca nos falta, lo damos por sentado y seguro "eternamente". Siempre reutilizó las escasas latas que llegan en las compras, y la ropa que dejo de usar, en el fondo soy una decoradora de interiores frustrada. Trato al máximo de generar la menor basura posible, y quisiera tener una huerta pero el apartamento (caja de fósforos) en que vivo, no me ha permitido llevarlo a cabo, además para ser sincera, hasta se me secan los cactus.
Sin embargo verificando la diferente información sobre la huella ambiental, que nuestro desmesurado consumo humano, esta marcando en el mundo, se ha reforzado en mi el hábito que he venido desarrollando en los últimos años. Y es referente al consumo de alimentos.
Si algunos, saben de que estoy hablando o para donde pretendo ir con lo que escribo, muchos ya han logrado lo que podrá ser mi futuro (vegetarianismo), otros dirán la carne es elemental, y respetaré su punto no hablaré mal de unos u otros, de todos se aprende.
Pero las cifras son innegables, el consumo excesivo y desmedido que se ha acentuado con los años, frente a las carnes principalmente la carne de res, dejan un enorme impacto en nuestro ambiente, la huella de dióxido de carbono, los grandes consumos (desperdicios) de energía y agua en su producción, entre otros tantos debe colocarnos en la posición de analizar que tanto podemos hacer al respecto.
No les quiero llevar a nunca más consuman carnes, ni yo lo he logrado; pero si empecemos a disminuir su consumo? personalmente les contaré mi experiencia. Desde hace unos 5 años, he disminuido el consumo de res a una vez al mes, consumo más pescado, pechuga y cerdo, esto teniendo en cuenta que al menos tres veces por semana no consumo ningún tipo de carne, y aprovecho la gran variedad de leguminosas secas que ofrece mi amada tierra colombiana. No es la acción más loable y soy consciente de ello, pero pasar a esto después de consumir carnes en forma diaria y en ocasiones hasta dos veces por día como muchos lo hacen, para mi es un pequeño paso.
Adicionalmente aunque existen muy llamativos platos, exóticos y con mucho auge de fama, evitó consumir lo que no se produce directamente en mi región, prefiero lo mio, lo de mi tierra, lo obtenido en nuestros campos, no le compro a supermercados, voy a la plaza y si no me tallará el canasto, lo llevaría (en su defecto llevo la bolsa de mercado de ruedas), consumo lo más fresco que puedo, lo más cercano a un cereal de caja es el arroz inflado que en ocasiones compro. Además me gusta fantasear con la idea de probar esos platos, desde los lugares donde los producen, alimento mis sueños y mis ganas de viajar.
Pero este consumo responsable lo he llevado a otros ámbitos de mi vida, no compro por comprar, si no logro responder a que pasaría si no tengo esto? No lo compro, porque eso quiere decir que no lo necesito.
Este es mi mensaje el día de hoy, es una idea aún en producción, no soy la experta en el tema, ni quien más información tiene, solo tengo inmensas ganas de cuidar el único planeta habitable en años luz a la redonda. Cuidar de mi, de mi hijo, de los animales y plantas con quienes convivimos, en este pequeño punto azul en el mega universo, nuestro hogar LA TIERRA.
