Pero la verdad es que no existen huesos gruesos, como no existen dietas ni bebidas milagros, existe planes alimentarios, y planes de actividad física íntimamente relacionados, que deben establecerse para cada individuo según sus metas, pero en especial sus necesidades.
Las dietas o mejor aún el régimen alimentario que se debe adoptar depende de múltiples factores edad, género, actividades, morbilidades asociadas entre algunos, es un compromiso que debe adquirirse y un hábito que debe mantenerse, no es una carrera a matarse de hambre, no es el pase a 10 kilos menos en una semana; es una estructura lógica, fundamentada científicamente, y progresiva que debes obtener del profesional idóneo.
Igualmente aunque existen tablas sobre información de aproximaciones sobre quema de calorías por tipo de actividad física, es importante aclarar que la misma depende no solo de la actividad física, sino también del tiempo, grado de dificultad, velocidad, estado físico, terreno en el cual se desarrolla, y aún más importante peso del individuo.
Por estas razones tanto régimen alimentario como acondicionamiento físico deben ser progresivos; para evitar los estancamientos en nuestro camino a la pérdida de peso, y el mantenimiento de un peso ideal saludable.
Así que si tu meta es la pérdida de peso, asesórate de expertos, no confíes ni pongas tu empeño en dietas milagro, asume que perder peso, no es tan sencillo como ganarlo, no perderás lo que siempre anhelas primero, la panza el gran afán de las personas con sobrepeso, la pérdida de peso es generalizada, requiere tiempo, compromiso y constancia; pero persiste los resultados serán tu mayor recompensa.
